
Tres semanas han pasado fugaces como el viento y ya estoy aquí.
Repasando algunos titulares, leo en cincodias.com que los españoles gastan 600 millones en apuestas deportivas por Internet.
España ocupa el sexto lugar de la UE por volumen de juego y es el país que arroja un mayor crecimiento, con un 65% entre 2005 y 2006. Esta temporada la máquina de hacer dinero no descansa: las previsiones hablan de un nuevo incremento, esta vez del 40%, hasta rozar los 600 millones.
Los internautas españoles, según el colectivo de casas virtuales, se reparten entre una quincena de páginas en las que el fútbol alcanzó en 2006 los 289 millones, el 70% del total. El 15% de los 413 millones se dedicaron a prever resultados de tenis, el 7% al mundo del motor, y un 3% a pelota vasca, rugby, carreras de caballos...
Sin embargo, la cruz la da expansion.com cuando habla de las consecuencias de la debacle de las bolsas en su artículo Quién se ha comido mi rentabilidad
Muchos ahorradores españoles han descubierto con asombro que los productos de perfil conservador en los que tienen su dinero habían hecho algunas apuestas en segmentos de riesgo como el de las hipotecas basura.
Para los gestores de muchos fondos monetarios dinámicos será casi imposible recuperar las pérdidas de las últimas semanas…
Y ya por último, La jornada de México publica un artículo en un tono muy contundente denominado Bajo la Lupa que reproduzco una de sus perlas:
¿Dónde quedó el inexistente “libre mercado”, que ni es “libre” ni es “mercado”, sino un vulgar casino de apuestas fomentado por los bancos centrales del G-7?
Con esto sólo quiero apuntar una pequeña reflexión sobre las inversiones en los mercados financieros globales. No existe tantas diferencias entre las inversiones en bolsa y las apuestas sobre distintos eventos sean financieros, deportivos o políticos.
Me sonrío al escuchar que invertir o negociar comporta un análisis profundo a la hora de tomar una decisión y una gestión cuidadosa del riesgo. En cambio las apuestas, betting o gambling, son pura especulación impulsiva o emocional.
Quizás la próxima vez, sea más interesante apostar de forma mucho más sencilla, flexible y cómoda en una de estas nuevas plataformas de apuestas financieras que van apareciendo como igindex.com, bolsaquest.com, o betsfortraders.com, que invertir en un fondo de inversión bajo el asesoramiento y la consabida comisión de una entidad financiera.
Repasando algunos titulares, leo en cincodias.com que los españoles gastan 600 millones en apuestas deportivas por Internet.
España ocupa el sexto lugar de la UE por volumen de juego y es el país que arroja un mayor crecimiento, con un 65% entre 2005 y 2006. Esta temporada la máquina de hacer dinero no descansa: las previsiones hablan de un nuevo incremento, esta vez del 40%, hasta rozar los 600 millones.
Los internautas españoles, según el colectivo de casas virtuales, se reparten entre una quincena de páginas en las que el fútbol alcanzó en 2006 los 289 millones, el 70% del total. El 15% de los 413 millones se dedicaron a prever resultados de tenis, el 7% al mundo del motor, y un 3% a pelota vasca, rugby, carreras de caballos...
Sin embargo, la cruz la da expansion.com cuando habla de las consecuencias de la debacle de las bolsas en su artículo Quién se ha comido mi rentabilidad
Muchos ahorradores españoles han descubierto con asombro que los productos de perfil conservador en los que tienen su dinero habían hecho algunas apuestas en segmentos de riesgo como el de las hipotecas basura.
Para los gestores de muchos fondos monetarios dinámicos será casi imposible recuperar las pérdidas de las últimas semanas…
Y ya por último, La jornada de México publica un artículo en un tono muy contundente denominado Bajo la Lupa que reproduzco una de sus perlas:
¿Dónde quedó el inexistente “libre mercado”, que ni es “libre” ni es “mercado”, sino un vulgar casino de apuestas fomentado por los bancos centrales del G-7?
Con esto sólo quiero apuntar una pequeña reflexión sobre las inversiones en los mercados financieros globales. No existe tantas diferencias entre las inversiones en bolsa y las apuestas sobre distintos eventos sean financieros, deportivos o políticos.
Me sonrío al escuchar que invertir o negociar comporta un análisis profundo a la hora de tomar una decisión y una gestión cuidadosa del riesgo. En cambio las apuestas, betting o gambling, son pura especulación impulsiva o emocional.
Quizás la próxima vez, sea más interesante apostar de forma mucho más sencilla, flexible y cómoda en una de estas nuevas plataformas de apuestas financieras que van apareciendo como igindex.com, bolsaquest.com, o betsfortraders.com, que invertir en un fondo de inversión bajo el asesoramiento y la consabida comisión de una entidad financiera.
Se preve que las apuestas financieras crezcan un 26% hacia el año 2010 y tengan una fuerte presencia en países de Asia y Europa.
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