Elecciones 2008: Encuestas, apuestas y votos

Según el artículo 69.7 de aquella vieja ley electoral de 1985, se prohibe a los medios de comunicación publicar y difundir sondeos electorales durante los cinco días anteriores al de la votación.

La Junta Electoral ha prohibido desde el pasado martes a todos los medios de comunicación difundir encuestas relativas a las elecciones del próximo domingo.

Este artículo, que limita la libertad de expresión, no tiene mucho sentido 23 años después. Es una prohibición totalmente obsoleta porque no puede impedir que cualquiera difunda o acceda por internet a opiniones o encuestas sondeos a golpe de clic.

Sin ir más lejos, El Periódico de Andorra publica cada día los sondeos que no se pueden leer en España. Hoy, según este diario Zapatero remonta y consigue aventajar en 3,4 puntos a Rajoy.

Pero si uno busca en el google news noticias sobre las elecciones en España, uno se da cuenta de la cantidad ingente de información que circula por internet, diarios de todo el mundo informan y opinan sobre las elecciones. Si escribo en inglés ”elections spain” hay más de 1.990 enlaces. Los flujos de información no hay quien los pare.

Después de más de 30 años de democracia hay que tomarse la política con cierto sentido del humor. Para muestra, este par de videos que circulan por youtube:

Sobre el PSOE

Sobre el PP

Pero más aún, no se puede impedir que uno compare las distintas cotizaciones que ofrecen las distintas casas de apuestas que muchas veces son más fiables que las propias encuestas. Por una razón muy sencilla, una cosa es opinar y otra jugarse el dinero.

Los mercados predicen mejor que los sondeos. Un ejemplo lo tenemos en EEUU, las apuestas acertaron en las predicciones de quién sería el ganador en cada estado y las encuestas se equivocaron.

Aquí van las cotizaciones de betfair, miapuesta y unibet, a día de hoy, para tomar el pulso a la campaña electoral española:

Pero que nadie se confunda, opinar, apostar y votar no son lo mismo. Al final, lo que importa no es lo que uno opine o el dinero que uno se juegue, sino el voto que uno deposite en la urna.

¡Cuánto hemos cambiado desde la época del generalísimo Franco!
¡Cuántas veces la política y las apuestas son puro divertimento!
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