
La familia Franco ya había comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que comenzaría a vender acciones de Codere a partir del próximo 13 de noviembre.
Ya no hay marcha atrás, la fecha fatídica ha llegado sin haber terceras partes interesadas en la compra de la participación de una de las compañías líderes de juego de azar española.
La familia Martínez Sampedro, principales accionistas de Codere con un 71%, habían incumplido el último plazo para pagar a los hermanos Jesús y Joaquín Franco la deuda pendiente por la compra en 2006 de un 41% de la firma.
Ayer, en un comunicado a la CNMV, Codere dijo que su beneficio neto había disminuido un 68,7 % a 5,6 millones de euros hasta septiembre, motivado por el cese de sus actividades en Italia, por las pérdidas iniciales por el lanzamiento de las apuestas deportivas en España, y por los efectos de los tipos de cambio.

En su comunicado indica que los resultados del tercer trimestre están disponibles en la web para ser consultados.
¿Consecuencias de la venta de Codere? Todavía es demasiado pronto para evaluarlas. Pero a bien seguro que cambiarán los grupos de influencia en el sector del juego.
¿Propiciará que tome más peso el sector online frente al denominado sector tradicional?
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