viernes, 19 de junio de 2009

Ratas de laboratorio para prevenir el juego compulsivo

Conocer cómo funciona el cerebro a la hora de realizar apuestas puede resultar muy útil para combatir la ludopatía.

Según un reciente estudio de la Universidad de British Columbia en Vancouver publicado en la revista digital Neuropsychopharmacology, las ratas son capaces de jugar con probabilidades en tareas propias de juegos de azar. Este descubrimiento resulta útil para conocer cómo el cerebro regula la conducta de apostar y probaría la biología de la adicción.

En la revista Neuropsychopharmacology, los investigadores describen cómo los roedores desarrollan una estrategia en una tarea consistente en tomar tiempo para decidir y tratar de ganar.

Se cree que las apuestas pueden ser una forma de ocio que resulta perjudicial para algunas personas cuando se convierte en una especie de obsesión compulsiva similar a la adicción a las drogas. Se sabe poco sobre las bases neurobiológicas de tal trastorno y hasta ahora, existen pocas opciones de tratamiento para quienes lo padecen.

Los científicos, dirigidos por Catharine Winstanley, diseñaron una serie de tareas de apuestas para ratas que proporcionaron mejores medios para estudiar los procesos neuronales y químicos que subyacen en la ludopatía. Durante la tarea, las ratas podían elegir entre cuatro opciones que diferían en la probabilidad y magnitud de las recompensas de comida y el tiempo de espera. Las opciones más arriesgadas ofrecían más cantidad de azúcar con una menor frecuencia e intervalos de espera más largos.

Las ratas aprendían rápidamente a ser jugadores de éxito al elegir una estrategia óptima. Eran capaces de elegir la opción con el nivel óptimo de riesgo y recompensa para maximizar los beneficios en azúcar. Sin embargo, cuando las ratas fueron tratadas con fármacos que afectaban a los niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores del cerebro implicado en el control de los impulsos y la adicción a las drogas, su rendimiento en el juego se deterioraba de forma clara.

Según los investigadores, estos descubrimientos sugieren un papel de estos neuroquímicos en el control de la conducta de juego y un posible método de investigación que conduzca a tratamientos para el juego patológico.

Quizás en un futuro próximo, antes de ir al casino o lanzarse a apostar en la red, algunos jugadores para prevenir conductas compulsivas, van poder ingerir algunas pastillas para modular sus niveles de serotonina y dopamina en sus cerebros y así, jugar responsablemente…
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