
La demanda ha sido interpuesta por un conglomerado de empresas francesas de casinos terrestres, Barrière, Joagroupe, y Tranchant, junto con la asociación de la industria, Syndicat des casinos de France. Los demandantes acusan a las empresas de juego online de realizar una competencia desleal a numerosos casinos offline. Aunque esta acción legal tiene cierta similitud a otros casos presentados anteriormente en otros países de la Unión Europea, en este caso ha sido una sorpresa, dado que las leyes de liberalización están sólo a unos pocos meses de su aprobación. El gobierno francés pretende que todos los casinos online que operen en el país soliciten una licencia.
Además, se creará una nuevo organismo, la Autoridad Reguladora de Juegos Online, Arjel (Autorité de Régulation des Jeux En Ligne) que otorgará permisos y vigilará la observancia de estas nuevas normas. Los franceses son tradicionalmente grandes jugadores de todas las modalidades de juegos de azar y es probable que las 100 solicitudes previstas disminuyan aproximadamente a la mitad. El modelo francés ya ha sido criticado por pretender aplicar tipos impositivos muy elevados (las apuestas hípicas al 15,5 %, las apuestas deportivas al 8,5 %, y el póker al 2 %). A partir de la entrada en vigor de la ley, operar y hacer publicidad en Francia será ilegal para cualquier empresa sin autorización. Arjel tendrá competencia para obligar a los proveedores de servicios Internet a bloquear el acceso a sitios de juego sin licencia que promocionen juegos en Francia.
Las empresas demandantes afirman que las empresas acusadas están "privando al Estado de ingresos fiscales sustanciales, y no defienden los principios de protección a los jugadores y la lucha contra el juego problemático, el fraude y el blanqueo de dinero." Como sanción, han pedido que la Corte Penal de París les imponga 1 euro simbólico por daños y perjuicios y 30.000 euros en concepto de costas legales. Se da la circunstancia que Barrière, está actualmente trabajando mano a mano con el monopolio estatal Francaise Des Jeux para crear un sitio de póker online…
Pero lo más preocupante para los encausados, es que también se solicita en la demanda que todas estas empresas tengan prohibido solicitar una licencia hasta transcurridos dos años (una curioso modo para ponerse al día las compañías rezagadas del juego presencial). Y por si fuera poco, puestos a pedir, los demandantes también solicitan que el fallo del tribunal se publique en los principales diarios franceses Le Figaro, Le Monde, Libération, L'Equipe, Le Parisien y Aujourd'hui, una forma de desacreditar a los operadores de otras jurisdicciones europeas y de demostrar el poder que pueden ejercer los casinos offline y su gobierno sobre los competidores externos.
Los abogados de la parte demandada han contestado enérgicamente, alegando que Francia no tiene jurisdicción sobre sus clientes. En este sentido, los representantes de Bwin han señalado que el casino online y el sitio de póker se ofrecen en 22 idiomas distintos, de los cuales el francés es sólo uno de tantos. La existencia de una versión en lengua francesa de su software no "otorga al juez francés la competencia" para aplicar cualquier decisión vinculante. Todas las empresas acusadas tienen sus sedes off-shore y no están sujetas directamente a las leyes francesas o de la UE.
Esta situación tiene cierta similitud a las turbias condiciones de los Estados Unidos, donde algunos sitios operan con impunidad, mientras que otros que se han retirado del país, se les ha sancionado con multas de varios millones de dólares.
Por ahora, no ha habido ninguna declaración oficial por parte de los tribunales franceses ni del Tribunal Europeo de Justicia y tampoco se establecido fecha alguna para el trámite de audiencia.
Parece que acaba de empezar en varios puntos de Europa la beligerancia sectorial…
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