lunes, 8 de febrero de 2010

Lobistas presionan para que se regule el juego online en EEUU

Los legisladores de EEUU se preparan para impulsar la legalización las apuestas por internet antes de que finalice el plazo de seis meses, con el respaldo de diversos grupos de interés de la industria del juego.

Precisamente los Lobistas del póker se lanzan este año hacia un agresivo plan respaldado por millones de dólares para legalizar las apuestas por internet, con la esperanza de superar las aireadas objeciones de determinadas sociedades conservadoras, ligas deportivas y otros opositores de antaño.

La campaña financiada en parte por compañías de juego offshore ya ha convencido a la administración de Obama para que retrase la aplicación de ley de 2006 que toma drásticas medidas contra las apuestas por Internet.

El congresista de Massachusetts, Barney Frank y otros demócratas están utilizando el referido aplazamiento de seis meses para empujar hacia adelante una legislación que legalice y regule el póker, el mahjong y otros juegos de apuestas online - pasatiempos que son de gran popularidad y que representan más de la mitad de los 16 mil millones dólares del mercado mundial de juegos de azar por Internet. Sus defensores dicen que el gobierno federal, que rara vez persigue a los juegos de azar online, obtendría miles de millones de dólares de ingresos netos sobre impuestos y licencias, si se legalizasen.

Pero este esfuerzo legalizador se enfrenta a la fuerte oposición de numerosos grupos, que van desde los conservadores sociales a las ligas profesionales de varios deportes. La ley que prohíbe los juegos de azar online fue aprobada por el Congreso republicano hace más de tres años (aunque todavía la ley no ha sido estrictamente aplicada). El impulso de la legalización ha alarmado a la Liga Nacional de Fútbol (NFL), a la Focus on the Family y a otros detractores de los juegos de azar por Internet, que dicen que las apuestas online fomentan la actividad criminal, son una amenaza para la infancia y hacen aumentar dramáticamente los problemas de adicción al juego. En este sentido, el senador republicano de Arizona, Jon Kyl ha puesto a seis candidatos del Departamento del Tesoro para que tomen represalias por el retraso de la aplicación de ley anti-juego de azar.

Pero los que están a favor, esperan que el Congreso en manos de demócratas, que históricamente se han opuesto menos al juego de azar que los republicanos, junto con la creciente popularidad del póker de entretenimento, actúe en su favor. La lista de partidarios la conforman Barney Frank, y el ex senador republicano Alfonse M. D'Amato de Nueva York, presidente de la Alianza de Jugadores de Póker, que está liderando el impulso Capitolio. Con 1,2 millones de miembros, la Alianza es un proyecto financiado en gran parte por el Interactive Gaming Council, una asociación de empresas offshore de juegos de azar online con sede en Canadá. Los grupos defensores del juego se han gastado el año pasado más de 4 millones de dólares en hacer lobby en Washington, y la alianza dice que sus miembros han enviado a miembros del Congreso más de 300.000 emails y correos postales.

"Creo que hay una creciente toma de conciencia en Washington de que la prohibición probablemente no va a funcionar, al igual que las prohibiciones a lo largo de la historia no han funcionado," dijo John Pappas, director ejecutivo Póker Players Alliance. "Tiene que haber un enfoque con mayor sentido común, porque (el juego online) no va a desaparecer".

Entre los patrocinadores está el ex líder demócrata de la Cámara, Richard A. Gephardt, un grupo de presión de PokerStars, una importante empresa de juegos de azar por Internet con sede en la Isla de Man. Gephardt se registró para representar a la empresa el 4 de agosto y ganó 300.000 dólares en diciembre, tal como muestran los formularios divulgativos. Su empresa se negó a comentar sobre su trabajo en PokerStars.

Por su parte, aquellos que se oponen a la legalización de juego incluyen a las cuatro principales ligas de deportes de EEUU y numerosos grupos religiosos. Los casinos más importantes están divididos sobre si los juegos de azar online son una amenaza o una oportunidad. Chad Hills, un analista de juegos de azar que trabaja para la Focus on the Family Action, dijo que los opositores "están intentando fortalecer sus baluartes" contra la legislación, lo que haría que se extendiese rápidamente el juego en EEUU. "Saldría fuera de los recintos de los casinos offline, fuera de las tiendas de conveniencia de loterías, para entrar en los salones y en los hogares de todos los americanos".

Sin embargo, el panorama del juego online en el Capitolio es incierto, dado lista de asuntos pendientes que hay tales como la reforma sanitaria, la legislación sobre restricciones comerciales, la regulación sobre mercados financieros. Por esto, los contrarios al juego online dicen que es poco probable que los demócratas obtengan apoyo durante este conflictivo año, pero los partidarios dicen que las costumbres cambian y las perspectivas de obtener ingresos de los impuestos del juego son una buena oportunidad en este momento.

El Departamento de Justicia opina que todos los juegos de azar online son ilegales en virtud de una ley de 1961 destinada a la mafia de corredores de apuestas que utilizaban las líneas telefónicas, pero la realidad es que sólo se ha procesado judicialmente a unas pocas operaciones de apuestas por Internet.

El mercado está dirigido por empresas que operan en Antigua, Malta y otros paraisos fiscales extranjeros. En este sentido, toda ambigüedad estaba destinada a ser eliminada con la ley prohibicionista del juego online, The Unlawful Internet Gambling Enforcement Act de 2006, que prohibía a los bancos de EEUU aceptar pagos de tarjetas de crédito, cheques o transferencias electrónicas para liquidar las apuestas online. Aprobada en el Congreso por el Partido Republicano y promulgada por el presidente George W. Bush, la medida se preveía que entrase en vigor 1 de diciembre. Pero a medida que se acercaba el plazo de promulgación, los intereses de los juegos de azar unidos con los de los propios bancos y otras instituciones financieras, instaban a su retraso, diciendo que la ley era vaga e inaplicable. Además, las organizaciones apuestas hípicas también se unieron a la lucha después de algunas compañías de tarjetas de crédito se negasen a procesar las apuestas mutuas online, que debían estar exentas a las nuevas restricciones.

El Departamento del Tesoro y la Reserva Federal concedieron un plazo de seis meses en diciembre, citando los esfuerzos por Frank y otros, para elaborar una nueva legislación ya que la administración de Obama es oficialmente neutral en este tema.

Barney Frank se ha convertido en un héroe insólito para la comunidad de póker políticamente conservadora. Su proyecto de ley, que se planteará para ser revisado en las próximas semanas ante el comité, establece la supervisión federal de las empresas de juego online a cambio de licencias por cinco años, incluye la protección destinada a evitar que jueguen menores de edad y jugadores compulsivos, y elimina la actividad delictiva. Las apuestas deportivas online siguen siendo ilegales.

Otro proyecto de ley propuesto por el representante demócrata de Washington Jim McDermott impone un impuesto del 2% sobre los depósitos de juego, que sus partidarios dicen que podría conllevar 42 mil millones de dólares en ingresos fiscales en algo más de 10 años.

Sin embargo, los opositores siguen sin estar convencidos, diciendo que las medidas de salvaguardia no detendrán los abusos del juego. El representante de Alabama, Spencer Bachus el miembro de mayor rango en el comité de Barney Frank, se comprometió en unas declaraciones a seguir oponiéndose, diciendo: "Las apuestas por internet son una amenaza para la juventud de nuestro país.... Los jóvenes están particularmente en riesgo porque si se pone un ordenador en su habitación o dormitorio, es una tentación que muchos no pueden resistir."

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