lunes, 27 de febrero de 2012

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia será el nuevo organismo regulador que supervisará el juego


El viernes 24 de febrero, el Consejo de Ministros analizó un informe sobre el Anteproyecto de Ley de reforma de organismos supervisores.
El Gobierno creará la Comisión Nacional de Mercados y Competencias como único organismo supervisor en lugar de los ocho actuales. El objetivo de esta medida es evitar duplicidades y ganar competitividad y eficiencia. Supondrá un ahorro de 4 millones de euros en sueldos y retribuciones de consejeros.
El Consejo de Ministros ha analizado un informe* sobre el Anteproyecto de Ley de reforma de los organismos supervisores. El objeto de la norma es crear la Comisión Nacional de Mercados y Competencias, que agrupará las funciones de supervisión de los organismos independientes existentes en la actualidad. El texto será remitido a las distintas autoridades supervisoras, así como a las instituciones en materia de consumidores y usuarios.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha recordado que los organismos supervisores son instituciones necesarias para salvaguardar la competencia y la apertura a nuevos prestadores de servicios.
Sáenz de Santamaría ha explicado que se han observado duplicidades y contradicciones entre los informes de los ocho organismos reguladores actuales, lo que implica una desprotección del mercado y los consumidores.
Con esta norma, según la vicepresidenta, el Gobierno quiere  "transformar toda esta pluralidad de organismos reguladores en un único organismo supervisor de los mercados y de la competencia, para incrementar la independencia, fortalecer la profesionalidad, ganar en competitividad y en eficiencia".
La vicepresidenta ha avanzado que la futura Comisión Nacional de Mercados y Competencias tendrá 9 miembros, que serán propuestos por el Gobierno y pasarán una entrevista en el Congreso, que podrá vetar su nombramiento por mayoría absoluta.
El nuevo organismo estará adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad, tendrá su sede en Madrid, pero existe la posibilidad de establecer subsedes.
Sáenz de Santamaría ha asegurado que esta medida de racionalización "supone un importante ahorro para las arcas públicas", ya que se pasará de 52 consejeros a 9. Sólo en sueldos y retribuciones el ahorro supera los 4 millones de euros.
 La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia agrupará las funciones de ocho anteriores organismos independientes.
El Consejo de Ministros ha recibido un informe de la vicepresidenta y ministra de la Presidencia sobre el Anteproyecto de Ley de reforma de organismos supervisores. Esta reforma se enmarca dentro del objetivo del Gobierno de favorecer la competitividad de las empresas españolas a través de la flexibilización de los mercados, la reducción de las trabas administrativas, la simplificación regulatoria y la austeridad y profesionalidad del Sector Público.
Antecedentes
Dejando a un lado la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Banco de España y el Consejo de Seguridad Nuclear, en los años 90 se crearon una serie de organismos supervisores de la actividad en determinados mercados de red, tales como la energía o las telecomunicaciones: la Comisión Nacional de Energía y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
En 2007 se creó la Comisión Nacional del Sector Postal y en 2011, tras la aprobación de la Ley de Economía Sostenible, se crearon dos nuevos organismos: la Comisión Nacional del Juego y la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria. A éstos habría que añadir el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, previsto en la Ley General de Comunicación Audiovisual, que no se va a crear.
Los organismos supervisores son aquellos que tienen por objeto velar por el correcto funcionamiento de determinados sectores de la actividad económica y hacer propuestas sobre aspectos técnicos, así como resolver conflictos entre las empresas y la Administración. Para ello, llevan a cabo un control "ex -ante".
De forma paralela, la Comisión Nacional de la Competencia aprueba las operaciones de concentración entre empresas y sanciona las conductas contrarias a la Ley de Defensa de la Competencia, tratando de maximizar la eficiencia y el bienestar de los consumidores, realizando para ello un control "ex -post".
Este número de reguladores es excesivamente elevado, no sólo por razones de costes, sino porque, dado lo avanzado del proceso de liberalización y transición a la competencia que se inició en los años 80 y 90 y los grandes avances tecnológicos, es precisa una revisión del modelo que garantice una supervisión multisectorial.
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia
El objeto de esta Ley es la creación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que agrupará las funciones de supervisión de los anteriores organismos independientes: la Comisión Nacional de la Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional del Sector Postal, la Comisión Nacional del Juego, la Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, el Comité de Regulación Ferroviaria y la Comisión Nacional de la Competencia.
Los órganos competentes de los distintos Ministerios asumirán las tareas de registro de los operadores, inspección de éstos y otras tareas administrativas.
El nuevo organismo tendrá por objetivo maximizar el bienestar del consumidor, garantizando el correcto funcionamiento de los mercados en un entorno competitivo y el libre acceso a las redes, y las infraestructuras esenciales sin discriminación entre operadores.
Razones del cambio
Tres razones motivan este cambio institucional:
  • En primer lugar, la seguridad jurídica. Esta reforma permitirá clarificar las competencias, aplicar criterios homogéneos en ámbitos regulatorios con las mismas características económicas y, además, garantiza la necesaria armonización entre la política sectorial y de competencia, reduciendo la incertidumbre regulatoria.
  • Además, se incrementará la eficiencia en la asignación de los recursos públicos, evitando duplicidades por el solapamiento de funciones, y alcanzando sinergias y ahorros adicionales. En Alemania, donde existe un único regulador multisectorial, se ha producido un ahorro del 25 por 100 de los gastos de funcionamiento entre 2006 y 2011. El ahorro afectará también al sector privado, ya que la integración favorece la simplificación y reducción de la carga administrativa.
  • La nueva Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia estará compuesta por nueve consejeros, que nombrarán un Presidente y un Vicepresidente. Serán propuestos por el Gobierno y su nombramiento deberá ser ratificado por el Congreso de los Diputados. Su mandato tendrá una duración de seis años con renovaciones parciales y presidencia rotatoria. El nuevo Organismo estará adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad. Tendrá su sede en Madrid, pero existirá la posibilidad de establecer subsedes.

Después de la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta convocó una rueda de prensa: 
"Pues bien, hoy el Consejo de Ministros ha aprobado una nueva reforma estructural: ha aprobado un Anteproyecto de Ley que tiene por objeto crear la que se va a llamar Comisión Nacional de Mercados y Competencia. Este Anteproyecto de Ley será ahora remitido a las distintas autoridades supervisoras en nuestro país para su informe, así como a las instituciones en materia de consumidores y usuarios.
Como bien conocen, los organismos supervisores en el ámbito internacional, pero muy especialmente en el ámbito de la Unión Europea, nacieron como consecuencia de la liberalización de ciertos sectores que estaban con anterioridad prestados en régimen de monopolio y, habitualmente, por empresas de naturaleza público o por el propio Estado. Son, por tanto, instituciones necesarias para salvaguardar la competencia y la apertura a nuevos prestadores de servicios. Cumplen, por tanto, una función fundamental en el ámbito económico, pero especialmente en el ámbito de la defensa de los consumidores y usuarios, porque garantizan reglas para todos, reglas transparentes, y la competencia, que siempre beneficia al consumidor.
En España ha ido creciendo el número de organismos supervisores --mal llamados "reguladores"-- en las últimas fechas. Dejando al margen, porque no son objeto de esta regulación legal, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Banco de España y la Dirección General de Seguros, que son los que afectan al ámbito del mercado financiero, en nuestro país en un principio existían, básicamente, tres organismos reguladores: la Comisión Nacional de la Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y la Comisión Nacional de Competencia (antes era el Tribunal de Defensa de la Competencia).
En el año 2007 se añadió una más, la Comisión Nacional del Sector Postal; pero después de la Ley de Economía Sostenible los organismos supervisores en España se duplicaron y pasamos de cuatro a ocho organismos supervisores: Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, Comisión Nacional de la Energía, Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, Comisión de Regulación Económica Aeroportuaria, Comité de Regulación Ferroviaria y Comisión Nacional del Sector Postal, además de la Comisión Nacional de la Competencia. Es decir, en el último año prácticamente se duplicó el número de los organismos supervisores.
 ¿Qué buscamos con esta norma? Transformar toda esta pluralidad de organismos supervisores en un único órgano supervisor de estos mercados y de la competencia. ¿Para qué? Para incrementar la independencia, fortalecer la profesionalidad, ganar en competitividad y en eficiencia. ¿Y por qué? Hemos observado duplicidades, contradicciones entre informes, pérdida de la seguridad jurídica y, en consecuencia, desprotección del mercado y de los consumidores.
 Por ponerles ejemplos, sin dar nombres, empresas que habían sido autorizadas para lanzar al mercado un producto por parte de un organismo supervisor después acababan siendo sancionadas por la Comisión Nacional de Competencia por entender que ese producto vulneraba la libre competencia en el sector.
 Por tanto, tratamos con esta norma de hacer un sistema mucho más abierto, mucho más transparente y mucho más independiente, pero, sobre todo, mucho más eficiente.
 ¿En qué sentido aumentamos la independencia? Hasta ahora, en la mayor parte de estos organismos, en concreto siete, salvo el relativo a los medios audiovisuales, los miembros eran nombrados por el Gobierno y pasaban una entrevista en el Congreso de los Diputados sin mayores efectos. Ahora, esa Comisión tendrá nueve miembros, que serán propuestos por el Gobierno, pasarán una entrevista en el Congreso, pero el Congreso podrá vetar su nombramiento por mayoría absoluta.
Asimismo, esta medida, indudablemente, de racionalización supone un importante ahorro para las arcas públicas. Sólo les voy a poner un ejemplo, que es muy llamativo: se pasará de 52 consejeros a 9 y sólo en sueldos y retribuciones el ahorro supera los cuatro millones de euros. Imaginen esa cifra cómo se elevará cuando se racionalicen sedes y distintas actividades.
Es decir, con esta reforma se incrementa la competitividad, la seguridad jurídica, la protección de los consumidores y usuarios, la independencia y la profesionalidad. Se sigue, además, lo que es la tendencia en el ámbito de la Unión Europea de simplificar, racionalizar, los organismos reguladores; es el caso alemán o el caso holandés, que han llevado a cabo procesos de consolidación de los supervisores en cada uno de estos Estados. Y entendemos que con esta medida, con este proyecto, se da un paso más hacia las reformas estructurales de competitividad, seguridad jurídica y refuerzo de la competencia, que siempre redunda en menos costes, mejores precios y una mayor protección de los consumidores y usuarios..."
No se va crear la Comisión Nacional del Juego tal como establece el Título V de Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego. No se sabe cómo, pero una vez se apruebe la Ley de reforma de los organismos supervisores habrá que reorganizar y recortar la estructura del actual regulador del juego.
Por tanto, el órgano competente en materia de juego, la Dirección de Ordenación de Juego, adscrito al Ministerio de Hacienda no ejercerá competencias de regulación y supervisión, sólo asumirá tareas administrativas, de registro e inspección de los operadores, etc. Parece que el sector del juego cabalgará entre el ministerio de Cristobal Montoro y del Luis de Guindos...Por tanto, el juego será supervisado y regulado por el Ministerio de Economía y Competitividad. Ahora, nueve meses más tarde, toca reformar la Ley de regulación del juego...  
Al final se ha demostrado lo que dijo el diputado del PP, Antonio Gallego: la Comisión Nacional del Juego no sirve para nada, supone un gasto para el Estado y por tanto es un órgano perfectamente prescindible...
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2 comentarios:

  1. Laura, eres la madrina de todos los jugadores de España y parte del extrangero. Deberían hacerte un gran homenaje.

    Disculpa si este mensaje te entretuvo o te distrajo en tu labor. Pero es que me salio del alma, y no pude contenerme.

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  2. Además del homenaje, estaría bien poder hacer donaciones.

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